La mañana empezó bajo amenaza de lluvia, pero eso no iba a estropear el feliz día de nuestros novios. Y aunque en estos casos hay que tener siempre un plan B, el tiempo termino acompañando incluso con una agradable temperatura no representativa de finales de Octubre, una época tan buena como otra para celebrar una boda, no es casualidad que sea una de nuestras estaciones favoritas y es que el Otoño nos brinda unos colores preciosos a través de la naturaleza.
Y para disfrutar de la naturaleza un sitio preciso es sin duda el Torreón de Don Jacinto, una finca situada en plena sierra de Guadarrama rodeada de jardines y un bosque de pinos.
Una emotiva ceremonia al aire libre a la que primero llego Jalil acompañado por una gaita y tambor al son asturiano con un elegante traje de un color verde de Protocolo que se distancia del clásico azul o negro. La novia se cambio en la casa de la finca, donde Art Laurarr se encargo de la parte de maquillaje y peluquería. Para el vestido Lorena escogió un sofisticado vestido de novia recto con escote en pico y manga larga en crepe de Pronovias. La ceremonia dio paso al coctel en el jardín con música en directo de La buena estrella que nos hizo movernos al ritmo de la música cubana.
El banquete fue servido por el Catering Cotorredondo, el menú incluía platos tan deliciosos como Burrata con terciopelo de mango, langostinos, aguacate y tomates asados o Meloso de ternera en su jugo con cremoso de patata y chips de espinacas. En las mesas los invitados podían encontrar numerosos regalos entre los que destacaban las tarjetas de agradecimiento escritas a mano, con un mensaje personal para cada asistente.
Y finalmente pasamos al baile donde sonaron temas diversos desde C.Tangana hasta los ya clásicos Saturday Night de Whigfield o Dime de Beth, que consiguieron que nadie dejara de bailar hasta ya bien entrada la noche.
